Este pan rústico sin una forma clara tiene una deliciosa corteza dorada y un interior con un tanto de miga, es increíblemente fácil y sencilla, y es la comida improvisada perfecta con algo de hummus y tomates cherry. Experimenta con sabores; añade aceitunas, o tomillo y romero, todo queda bien; incluso los frutos secos. Es un ejemplo fantástico de cómo hacer un pan rápido y delicioso, tanto como para comer, como para cenar.
Este pan rústico sin una forma clara tiene una deliciosa corteza dorada y un interior con un tanto de miga, es increíblemente fácil y sencilla, y es la comida improvisada perfecta con algo de hummus y tomates cherry. Experimenta con sabores; añade aceitunas, o tomillo y romero, todo queda bien; incluso los frutos secos. Es un ejemplo fantástico de cómo hacer un pan rápido y delicioso, tanto como para comer, como para cenar.
Calienta el horno a 220°C.
Pon todos los ingredientes secos en un bol grande, y mézclalos. Luego, añade los tomates y revuélvelos con las harinas para que todos los trozos se cubran; esto hará que se distribuyan por igual.
Vierte la leche de almendra, el aceite y el vinagre (o zumo de limón) por encima, y luego revuelve hasta que tengas una gran bola de masa pegajosa. Échate más harina en las manos, coge la bola con cuidado y ponla en una bandeja de hornear lo bastante grande. Dale forma redonda de unas 6 pulgadas (15 cm) de diámetro.
Marca 8 segmentos en la parte de arriba (la masa es muy blandita, así que no necesitas presionar con el cuchillo). Hornea el pan unos 15-18 minutos o hasta que esté dorado y tenga corteza. Retíralo del horno, déjalo enfriar 10 minutos, córtalo por los segmentos y disfruta.
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