El impacto de la carne en el medioambiente

Nuestra dieta desempeña un papel importante en ámbitos como la cultura, el entretenimiento y el bienestar. Tenemos más opciones que nunca sobre cómo y qué comemos, pero el aumento de la población hace que se necesiten más recursos. Pero, ¿significa eso que comer carne es malo para el medioambiente? 

Examinamos cómo la industria mundial de producción de carne afecta al planeta y algunos de los argumentos a favor y en contra del consumo de carne. Exploramos si es malo para ti y para el medioambiente y te mostramos algunas alternativas para poder dejar la carne. Si te sientes inspirado y quieres probar el estilo de vida vegano, solo tienes que apuntarte al reto gratuito de Veganuary para que te ayudemos día a día.

La mayoría de la población mundial come algún tipo de carne. Una encuesta global de 2018 realizada por el especialista en investigación de mercados Ipsos reveló que el 73% de la población mundial era omnívora, consumiendo regularmente productos de origen animal y no animal.

La industria de la carne impacta directamente en el medioambiente

RAZONES PARA ELIMINAR LA CARNE

Aunque las dietas basadas en productos animales son populares, cada vez hay más personas que deciden no comer carne, pescado, lácteos ni huevos.

Hay muchas razones en contra del consumo de carne, por ejemplo los riesgos para la salud. Las dietas con alto contenido en carnes rojas y procesadas, lácteos con alto contenido en grasa, alimentos procesados y azúcar están asociadas a la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Las dietas ricas en fibra, frutas y verduras se asocian a un menor riesgo de padecer estas enfermedades.

También hay que tener en cuenta el bienestar de los animales. La búsqueda de carne y leche de bajo coste está llevando a la agricultura intensiva. Para mantener unos costes de explotación bajos, algunas prácticas agrícolas restringen el comportamiento de los animales y comprometen su salud y bienestar.

La sostenibilidad también ha sido un factor importante en la elección de la dieta. Un informe de IDTechEx en 2020 reveló que la industria cárnica es insostenible, ya que el ganado utiliza una cantidad desproporcionada de tierra. A pesar de utilizar el 77% de las tierras agrícolas, sólo el 17% del consumo mundial de calorías procede de los animales.

Por último, los impactos ambientales y los métodos de producción ganadera se consideran una de las principales causas de daño ambiental, incluyendo el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

EL IMPACTO DEL CONSUMO DE CARNE en el medioambiente

Los dos últimos puntos de nuestra lista han recibido especial atención en los últimos años. Con el cambio climático y los problemas de sostenibilidad cada vez más urgentes, muchos expertos nos aconsejan que intentemos limitar nuestro consumo de carne. ¿Cuál es el impacto medioambiental de comer carne? En realidad, varios factores relacionados con la producción de carne contribuyen a su impacto medioambiental global.

Destacamos algunos de ellos:

La deforestación: La producción de carne está directa e indirectamente relacionada con la pérdida de bosques en Sudamérica. Según WWF, la producción de carne de vacuno y soja es responsable de la deforestación de la selva amazónica y otras zonas de Brasil, Argentina y Paraguay. Se están despejando vastas zonas de la Amazonia para la ganadería y la producción de soja para la alimentación animal. A menudo, las zonas deforestadas se limpian con fuego. Esta quema libera enormes cantidades de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, al tiempo que elimina un sumidero de CO2.

Pérdida de biodiversidad: No sólo los bosques están en peligro debido a la industria cárnica. A medida que se reutiliza la tierra para criar animales y cultivar soja, se destruyen o afectan a muchos hábitats. Muchas especies se enfrentan a la extinción o están amenazadas debido a la destrucción de los entornos naturales. Se calcula que cerca de la mitad de la tierra habitable del planeta se destina a la agricultura, y alrededor del 77% se utiliza para el pastoreo de ganado vacuno, ovino, caprino y otros animales.

Emisiones de gases de efecto invernadero: El consumo de carne es responsable de la liberación de gases de efecto invernadero como el metano, el CO2 y el óxido nitroso. Estos gases contribuyen al cambio climático, como el calentamiento global. La ganadería contribuye a estos gases de efecto invernadero de varias maneras. La ganadería: Animales como las vacas y las ovejas generan grandes cantidades de metano al digerir los alimentos. Estiércol en descomposición: El estiércol que producen los animales rumiantes también libera metano. Uso de fertilizantes: muchos de los fertilizantes utilizados en la producción de soja son a base de nitrógeno, y éstos producen emisiones de óxido nitroso.

Uso del agua: Se necesita mucha agua para producir carne, y la carne de vacuno es el alimento que más agua consume. Se necesita el doble de agua para producir carne de vacuno que de cerdo y cuatro veces más que otras fuentes de proteínas alternativas, como las lentejas. El problema se agrava aún más porque el cultivo de la soja (para la alimentación animal) es relativamente ineficiente en cuanto al uso del agua.

La producción ganadera también contribuye a la contaminación del agua en todo el mundo porque el estiércol contamina los cursos de agua.

Degradación del suelo. La ganadería suele requerir mucho pastoreo. Sin embargo, el carácter intensivo de este pastoreo puede llevar a un suelo desnudo, que a menudo se pierde por el viento o la lluvia. Como resultado, la tierra fértil se vuelve estéril, los cursos de agua se bloquean y hay un mayor riesgo de inundaciones.

El suelo es también un gran depósito de carbono, que absorbe a medida que las plantas y los árboles mueren. Cuando el suelo se pierde, libera este carbono en forma de CO2 a la atmósfera. La ganadería, la deforestación y otros cambios en el uso de la tierra que reducen el suelo han sido los segundos mayores contribuyentes a las emisiones de CO2 a nivel mundial.

En definitiva, los factores que hemos descrito hasta ahora contribuyen al cambio climático. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la industria cárnica y láctea es responsable de cerca del 14,5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. La relación entre las emisiones de carbono y el cambio climático es innegable.

Como hemos visto, comer carne es malo para el medio ambiente a la escala e intensidad de lo que somos como colectivo. Al dañar los ecosistemas y liberar gases de efecto invernadero, la industria cárnica mundial contribuye al cambio climático. Además, como se prevé que la población mundial siga creciendo, necesitaremos alimentar a más y más personas.

El impacto de la carne en el medioambiente no es sostenible hoy en día. Si reducimos la cantidad de carne que comemos y nos esforzamos por llevar una dieta más sostenible, cada uno de nosotros puede contribuir a reducir el daño al medio ambiente. Y aunque el consumo de carne tiene sus pros y sus contras, cada vez son más las personas que optan por suprimirla por completo. A medida que se introducen nuevas tecnologías y legislaciones, todos podemos marcar la diferencia en la protección del planeta y el medioambiente con nuestras elecciones alimentarias.

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