El caso de Plimeat en Argentina es un ejemplo evidente del aporte que pueden generar los alimentos veganos para hacer de la industria alimenticia un rubro más sustentable.
Empezaron su emprendimiento a mediados del 2019 con la meta de crear un producto que tuviera las mismas características que la carne, pero utilizando ingredientes de origen vegetal, para generar un impacto positivo para el planeta y contribuir al bienestar animal.
Actualmente están en su nueva fábrica que tiene capacidad para producir una tonelada de hamburguesas por hora. En términos de impacto ambiental, el nivel de producción que generan implica un ahorro de 220 toneladas de agua, cuatro hectáreas de tierra y 34 toneladas de emisión de CO2 por hora, en comparación a lo que generaría un producto similar pero de origen animal.
Si quieres sumarte al cambio y hacer de tu empresa o emprendimiento parte de esta revolución, puedes obtener más información aquí. Y si todavía no pruebas el veganismo, pero te animaste a hacerlo leyendo esta noticia, te ayudamos aquí.
“Creo que emprender en el mundo plant based es genial, en primer lugar, porque estoy convencido de que el futuro es vegano”.
Axel Cantón, CEO y cofundador de Plimeat
Conversamos con Axel Cantón, CEO y cofundador de Plimeat y nos contó la historia de su emprendimiento.
¿Cómo comenzó Plimeat?
Empezamos a mediados del 2019 con la meta de crear un producto que tenga las mismas características que la carne, pero utilizando ingredientes de origen vegetal, con el objetivo de generar un impacto positivo para el planeta y contribuir al bienestar animal. Es así como iniciamos el desarrollo de un primer prototipo de carne a base de proteína vegetal. Durante el proceso de I+D, para cada experimento nos enfocamos en distintos aspectos de la carne por separado (textura, color, nutrición y sabor) y finalmente integramos los mejores resultados.
En septiembre de 2020, después de un año y medio haciendo investigación y desarrollo, presentamos una versión beta de nuestro primer producto: La Plimeat Burger (o PliBurger, como nos gusta llamarla), una hamburguesa con el mismo color, sabor y textura que la carne. Nuestro hito en esta etapa era recibir feedback que nos permita incorporar correcciones al producto. En el transcurso de este proceso, nos apoyamos en profesionales del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para incorporar las mejoras finales, previo al lanzamiento comercial. Tres meses después de presentada la versión beta, lazamos la PliBurger de forma comercial al mercado, con una versión estable. Con el paso del tiempo, fuimos incorporando nuevas mejoras al producto y al packaging.
Capital semilla
Hacia inicios del 2021, recibimos un primer Capital Semilla, que nos permitió instalar una nueva fábrica con mejor maquinaria y mayor capacidad productiva. El aumento de la capacidad nos abrió las puertas para expandir la marca, y es así como actualmente llegamos a más de 500 comercios en todo el país.
A mediados del año 2021, después de mucho trabajo y mucha prueba y error, lanzamos al mercado los PliNuggets, con el sabor y la textura del pollo.
Actualmente nos encontramos en plena etapa expansión de la marca, conversando con las principales cadenas de supermercados y desarrollando más productos que vamos a lanzar en los próximos meses.
“Nuestra misión es diseñar y producir alimentos sin ingredientes de origen animal, nutricionalmente equilibrados y económicamente asequibles. Todo esto llevado a cabo mediante procesos ambientalmente sostenibles”.
¿Cómo fue emprender en Argentina un producto hecho a base de plantas?
Emprender, de por sí, implica un desafío enorme; si le sumás que se trata de productos a base de plantas, el desafío es mayor; Y si le sumás que es en Argentina, todavía es más complejo. Son muchos los obstáculos que hay que sortear día a día, por eso es que se necesita de mucha resiliencia y tolerancia a la frustración. Quizás parezcan palabras cliché, pero créanme que, en el mundo de los emprendimientos, esas son características sumamente necesarias.
Emprender requiere de estar la mayoría del tiempo al límite y en dos mundos en simultáneo: el mundo de la inmediatez (donde tenemos que resolver las cuestiones urgentes), y el mundo del mediano y largo plazo (donde planificamos el crecimiento y los próximos pasos de Plimeat). El desafío es mantener el enfoque para que las cuestiones urgentes no te impidan organizar el mediano y largo plazo. En Plimeat nos queda todavía mucho camino por recorrer, y es por eso que necesitamos estar siempre muy activos y con la mente fresca.
Así y todo, creo que emprender en el mundo plant based es genial, en primer lugar porque estoy convencido de que el futuro es vegano, esto es evidente cuando vemos que cada día crece más la cantidad de personas que integramos el grupo de veganos/as, flexitarianos/as y reducetarianos/as, y crear y liderar una empresa como Plimeat en este momento de la historia del veganismo, es algo que me llena de satisfacción todos los días, y me ayuda a superar los obstáculos diarios, propios del mundo de los emprendimientos.
¿Cómo fue la aceptación del público?
Afortunadamente, la aceptación del público fue muy buena, tanto en la etapa incial de investigación y desarrollo, como en la etapa en la que por fin lanzamos la PliBuger.
Cuando comenté por primera vez en las redes sociales acerca de Plimeat, la publicación explotó, nos llegaban mensajes y mails de todos lados del país (e incluso de otros paises) de personas interesadas en conocer nuestros productos.
Plimeat tiene muy buena recepción de parte del público, y el feedback que recibimos es muy positivo. Evidentemente a la gente le gusta lo que hacemos, pero lo mejor de todo esto, es que estamos llegando no solamente a personas veganas, sino también a personas que no lo son, y eso me parece súper positivo, porque estamos demostrando que es posible prescindir de los animales para comer algo rico. Queremos ser un punto de unión en la mesa de familias, parejas y grupos de amigos/as, y de a poco lo vamos logrando.
¿Cuál ha sido el mayor logro desde que comenzaron?
Hace poco nos mudamos de fábrica y comenzamos a producir en una que tiene capacidad para hacer 1 tonelada de hamburguesas por hora. En términos de impacto ambiental, si lo comparamos con el mismo producto, pero de origen animal, implica un ahorro de 220 toneladas de agua, 4 hectáreas de tierra y 34 toneladas de emisión de CO2 ¡POR HORA!. A eso hay que sumarle las miles de vidas animales que estamos salvando. Creo sinceramente que este es uno de nuestros mayores logros hasta ahora, pero queda todavía mucho por hacer y por crecer, y en ese camino estamos.