La mayoría de los animales reciben un trato tan cruel durante sus breves vidas que no; no les estamos haciendo un favor al darles una vida. Una vida corta y miserable no es en absoluto una vida de verdad.
¿Y qué hay de los animales que tienen vidas más largas y felices, que se sacrifican rápidamente y sin dolor? Aun así, eso no nos da el derecho a sacrificarlos; tal como un padre no tiene derecho a abusar de sus hijos. Desde su nacimiento; los animales tienen derechos, y nosotros tenemos la obligación moral de no infringirlos, como también tenemos la obligación moral de no infringir los derechos de otros humanos.