- La campaña #SalvemosALasGallinas busca, además, evidenciar las brutales condiciones que viven estas aves en la industria y promover la alimentación a base de plantas para contribuir a mitigar esta devastadora situación.
- En Chile, solo en 2022, más de 2 millones de aves fueron sacrificadas para consumo humano.
3 de abril, 2023. Veganuary, organización internacional que promueve el veganismo y sus beneficios para los animales, el medioambiente y la salud, dio inicio a su campaña #SalvemosALasGallinas, evento anual que busca evidenciar la crueldad de la industria avícola, mostrar la dura realidad que viven estas aves y en ese contexto, promover por una semana el consumo de sustitutos vegetales del pollo y el huevo.
Según datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, ODEPA, la producción de carnes en Chile es liderada por la de aves, alcanzando 675 mil toneladas. Solo en 2022, 2.125.331 aves fueron sacrificadas para consumo humano; mientras que, en el mismo período, se produjeron casi 4 millones y medio de huevos para consumo y reproducción.
En Argentina, 751.392 cabezas de este tipo de aves fueron faenadas durante 2022, lo que significó una variación interanual de 1,3% más versus 2021, según datos abiertos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, del Ministerio de Economía de Argentina; mientras que en México, datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera determinaban a comienzos del 2022, una producción estimada de más de 3 millones de toneladas de carne de ave para dicho año.
En Brasil, según la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), solo en 2021 se consumieron casi 55 mil millones de huevos, lo que representa un aumento de casi el doble de lo que se consumía hasta 2007 en el país. Mientras tanto, la carne de pollo corresponde al 51% del total de carne consumida en Brasil, con más de 14 millones de toneladas consumidas por los brasileños en 2021.
Bajo este escenario –y el contexto actual de nuevos brotes de gripe aviar que han costado la vida de millones de estas aves- en cualquier lugar del mundo, los pollos son las aves más explotadas de la industria de la carne; principal motivación de la ONG para promover la reducción del consumo de las mismas.
Durante toda la primera semana de abril, Veganuary estará entregando información relevante a través de una página especialmente dedicada a contenidos sobre gallinas y pollos, así como también a través de sus canales sociales, con datos, recetas y alternativas basadas en plantas que funcionan como sustituto del pollo y huevo, con el fin de concientizar a la población e invitarlos a eliminar estos productos de origen animal de su dieta.
La campaña #SalvemosALasGallinas también contará con el apoyo de varias marcas y empresas con operaciones en Latinoamérica, que ofrecerán ofertas especiales con motivo de la campaña #SalvemosALasGallinas. Estas incluyen a Protteina Foods y P&M Foods en Chile; Vegetalia, Spikalion y República Vegana en Argentina; Vegan Lebel y Abasto Vegano en México; Etosha en Uruguay; Protteina Foods en Perú, y Planticeria en Panamá. El detalle de las ofertas estará disponible en la sección Ofertas Especiales, entre el 3 y el 9 de abril.
Mauricio Serrano, director de Veganuary Latinoamérica, comenta que “dado la situación que estamos viviendo a nivel mundial con la gripe aviar, creemos que esta tercera versión de la iniciativa #SalvemosALasGallinas, es un importante llamado a tomar un profuso conocimiento de la situación que viven pollos y gallinas, que son usados para consumo humano, los cuales tienen unas de las peores condiciones de vida en esta industria de la alimentación, y que un cambio en nuestros hábitos puede ayudarles sustancialmente”.
Gripe aviar
Desde octubre de 2021, más de 140 millones de aves de granja de todo el mundo han muerto a causa de la gripe aviar o del llamado “sacrificio masivo”. “Es un duro recordatorio de que la industria agrícola ve a los animales como números, en lugar de como individuos”, agrega el director de Veganuary Latinoamérica.
En 2023 el escenario sigue siendo desalentador y varios países se enfrentan a nuevos brotes de esta enfermedad. Se trata de una crisis global y Latinoamérica no ha sido la excepción. Solo en Chile, en marzo de 2023, se reportaron dos brotes importantes; uno de ellos en una planta comercial de la industria avícola, que tuvo como resultado la muerte de 40 mil aves de corral; y un segundo caso que afectó a casi 5 mil aves en un plantel agrícola de Linares que podrían correr la misma suerte.
Si bien el virus se ha extendido a algunos mamíferos, y ya cuenta con algunos casos confirmados en humanos desde abril de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el riesgo actual para el ser humano sigue siendo bajo. Sin embargo, los riesgos de su propagación consideran que el virus pueda mutar a una forma más peligrosa para el hombre y provocar otra pandemia. Por ahora, sigue costando la vida de miles de aves en el mundo, solo por el maltrato y descuido que sufren en la industria que las sacrifica.
La realidad de la industria avícola
Además del hecho que señala a las gallinas como las aves más explotadas de la industria de la carne y el gran número de aves sacrificadas en cada país para el consumo humano, sin mencionar aquellas sometidas en la industria del huevo, existen una serie de aspectos de este negocio que la población mundial desconoce, relacionados directamente con las deplorables condiciones que estas aves viven en sus cortas vidas.
Dentro de los complejos industriales, las gallinas y pollos viven en terribles condiciones, muchas veces dentro de un espacio que no supera los 25×25 cm para cada ave, donde hay poca o nula luz solar, y donde el estrés y el hacinamiento las vuelve vulnerables a muchas enfermedades, lo que obliga a los productores a administrarles grandes cantidades de antibióticos, que no evitan que la esperanza de vida se vea reducida a unos 40 días, cuando en la naturaleza es de mínimo 10 años en algunas especies.
Al tratarse de una industria selectiva, poco se habla del futuro de los pollos machos, que son descartados después de nacer. Como los machos no pueden poner huevos, ya no tienen ninguna utilidad para la industria huevera. Por eso se matan cuando tienen alrededor de un día de vida, y usualmente se sacrifican con gas, asfixiados, aplastándolos o triturándolos vivos.
Finalmente, millones de gallinas mueren en el transporte entre la granja y el matadero cada año en todo el mundo. De hecho, cada año mueren más pollos sin llegar al matadero que todas las vacas, cerdos y ovejas que se matan por comida combinados. Sólo por mencionar algunos datos.
Si luego de leer esto, crees que es el momento de eliminar los productos de origen animal de tu dieta, ¡Nosotros te ayudamos! Súmate a nuestra campaña #SalvemosALasGallinas.