Es cierto que los animales sufrirán, o incluso morirán, al cultivar campos.
Pero es importante recordar que son muchísimos menos los animales que sufren al cultivar y segar los campos para consumo humano que los que sufren en la agricultura animal. Porque cuando hablamos de agricultura animal no sólo nos referimos a aquellos sacrificados para consumo humano. También nos referimos a aquellos que se sacrifican al cultivar y segar los campos para el consumo del ganado.
Así, hay muchos menos animales que sufren o mueren cuando los campos se cultivan para consumo humano. Al elegir dejar de consumir productos animales estamos haciendo todo lo que podemos en este mundo imperfecto.