¿Intentas comer vegano, pero no puedes frenar tu adicción al queso? Aquí te entregamos algunas recomendaciones.
La adicción al queso es muy real y puede que no sepas cómo llegaste a ser adicto o adicta hasta que intentes dejarlo. Puede que incluso encuentres que cuando intentes eliminarlo, tus antojos se intensificaran; hasta empezarás a soñar con él.
¡No estás sola o solo! Para muchas personas que no consumen productos lácteos y pasan de ser vegetarianos a veganos, esto presenta un desafío. Algunos alimentos no sólo se sentirán incompletos sin él, desde la mozzarella derretida en la pizza hasta en los platos de pasta con parmesano. Y si viene de una cultura amante del queso, verá que parecerá imposible.
Hemos escuchado a muchas personas decir: “Nunca podría volverme vegano o vegana porque no puedo vivir sin el queso”, pero al final las personas lo consiguen, y tú también puedes. Esta es nuestra honesta guía para dejar el queso para siempre.
¿Por qué es tan adictivo?
“¿Pero por qué se me antoja el queso?”, escuchamos que preguntan. Éste y otros productos lácteos contienen una proteína que se llama caseína, que se descompone en compuestos llamados casomorfinas cuando se digiere.
Las casomorfinas pueden adherirse a los receptores de la dopamina en el cerebro, lo que hace que se libere la dopamina, un neurotransmisor que contribuye en la sensación del placer y la compensación.
Cuando lo comemos y experimentamos esta liberación de dopamina, nos hace desearlo de nuevo en un futuro. Puedes leer más sobre esto en el libro The Cheese Trap por el médico naturista, Dr. Neal Barnard.
Cómo dejar de desear el queso
- No lo dejes de golpe
Si estás de manera constante deseando el queso, es mejor dejarlo de a poco en lugar de dejarlo de la noche a la mañana, y comiences por partir con pequeños reemplazos, comiendo uno al día (o incluso uno en la comida). Puede resultar útil tener un día a la semana sin él, luego serán dos, tres y así en adelante. Los Lunes Sin Carne son algo, ¿por qué no empezar por un martes sin queso?
Intentar dejar de comerlo de la noche a la mañana puede hacer que lo desees más, lo que podrá sentir que sus antojos empeoran, así que, mejor continúa con sus hábitos normales. Sigue un cambio progresivo y permite a tu cuerpo ajustarse a las comidas que no lo contengan.
- Evita el queso vegano… por ahora
Cuando las personas transicionan del vegetarianismo al veganismo (o directo al veganismo), a menudo se dan cuenta de que el queso vegano no está a la altura del “auténtico”. Si compras uno vegano con la expectativa de que tendrá el mismo sabor, puede que te sientas un tanto decepcionado o decepcionada, aunque los quesos veganos han mejorado mucho con el paso de los años y algunas marcas han desarrollado quesos que se derriten perfectamente en sandwiches y pizzas, con un sabor un parecido a los quesos de origen lácteo.
De todos modos, sugerimos que evites el queso vegano hasta que domines las comidas que no sean a base de queso. La mayoría de las personas encuentran que sus papilas gustativas se adaptan con el tiempo, por lo que cuando pruebes el queso vegano en el futuro, de seguro te irá gustando y lo irás amando.
Consejo primordial: Los quesos veganos para untar suelen ser similares a los productos lácteos, así que, ¿por qué no experimentar con ellos para empezar?
- Sustituye el queso por otra cosa
Piense en esos platos que siempre disfruta con queso y que le atribuye ese sabor en particular. ¿Es la textura pegajosa del queso derretido? ¿O es la calidad espesa y cremosa que da a un plato? Puedes recrear tu característica de queso favorita con alimentos alternativos que sigan dándole en el clavo.
Considera qué comidas o bocadillos le sería fácil eliminar el queso y empieza a experimentar con ellos.
Aquí hay algunas alternativas que imitan la textura que el queso ofrece en diferentes platos:
- Levadura nutricional: Este ingrediente magnífico, es el salvador de innumerables veganos amantes del queso. Tiene un sabor fuerte y es flexible. Polvorea sobre patatas asadas y el chile, o incluso crea una salsa de queso con ella.
- Palta
- Hummus
- Mantequilla de frutos secos
- Pesto vegano
- Leche de coco en conserva
Estas alternativas pueden reemplazar la cremosidad del queso que encuentras delicioso. Sin embargo, si aún no estás preparado para incorporar alternativas en las comidas, prueba menús veganos en los restaurantes. Añadir nuevos sabores y texturas a tu vida, puede ayudarte a darte cuenta de que no estás quitando nada. Y si hay un plato de queso en el menú, dale una oportunidad, ¡puedes probar algo que puedas hacerlo en casa!
- Encuentra tu “por qué”
Tener una fuerte motivación para dejar el queso puede ayudarte cuando esos antojos llamen a la puerta. Pasamos nuestras vidas diciendo que las vacas felices fabrican leche, que los lácteos son una importante fuente de calcio y que se necesitan para tener huesos fuertes.
Sin embargo, cuando descubrimos la cruel realidad de la industria láctea, después de todo, es posible que sientas algo diferente por el queso. Edúcate sobre dónde provienen los lácteos, el impacto medioambiental de la ganadería láctea y las fuentes de calcio vegano para replantear lo que piensas sobre el queso.
Alguna de las cosas que descubrirás pueden ser suficientes para que dejes el queso para siempre. De esta manera, el queso no es algo que abandone, sino que es algo que elegiste dejar atrás.
- Explore el queso vegano cuando esté listo
La demanda del sustituto vegano se multiplicó en los últimos años y los mercados reaccionaron. Las empresas invierten en quesos de origen vegetal lo suficiente como para sustituir a los lácteos.
Mantén la mente abierta y explora las opciones en los supermercados y en locales de salud independientes. Visita los mercados veganos y revisa las páginas en línea de los minoristas para los quesos artesanales y a base de frutos secos, en caso de que no te agraden las opciones comerciales.
Hay quesos veganos que son mejores que otros. Algunos se derriten perfectamente en la pizza, mientras que otros son ideales para los macarrones con queso. Te tomará tiempo y paciencia encontrar productos de tu agrado, pero es un área que mejora y que lanza nuevas opciones todo el tiempo.
Si en definitiva no puedes aceptar el vegano, devuélvete al paso 3. Aprende a cocinar sin él y reemplaza las texturas con otros alimentos de origen vegetal en vez de buscar alternativas.
¿Qué pasaría si aún no puedo dejar el queso?
Somos seres humanos y, a veces, los antojos se apoderan de nosotros en los eventos sociales, cuando estamos de viaje o cuando tenemos un irresistible impulso nocturno de comer un poco de cheddar. Las recaídas continuarán.
Lo importante es que no te castigues ni veas el antojo como una razón para dejar de intentar ser vegano. Si eres 99% vegano, a pesar de los atracones ocasionales de queso, aun así, ¡es mejor para los animales y el planeta, que no ser vegano en lo absoluto!
El queso no es la puerta de entrada al veganismo; sino que es la última puerta que se cierra. Y recuerda que nosotros estamos aquí para ayudarte.