Una vaca sólo puede producir leche si pare un ternero. En las granjas lecheras se insemina anualmente a las vacas para que puedan dar leche continuamente. En su entorno, las vacas se quedarían preñadas de manera natural, los terneros mamarían de sus madres y sería totalmente innecesario que los humanos las ordeñaran.
Sin embargo, en estas granjas se separa a los terneros de sus madres apenas un par de días después de nacer. Así se maximiza la leche producida por sus madres para el consumo humano. Se puede criar a las terneras para convertirlas en productoras de leche, sacrificarlas inmediatamente, o incluso llegar a venderlas para consumo humano como lechales. Los terneros sólo tienen dos opciones: transportarlos y criarlos para consumo humano como lechales, en locales donde viven confinados en pequeños rediles o jaulas, apenas sin movimiento ni luz natural, y sacrificarlos a los 6 meses; o matarlos nada más nacer y venderlos como carne de baja calidad.
Las vacas pueden vivir hasta 20 años. En estas granjas lecheras, la edad media de una vaca lechera es menos de 5.