Una persona que lleve una alimentación vegana necesita menos de un tercio (1/3) de tierra de la que necesita otra persona que lleve una alimentación que incluya carne, productos lácteos y huevos.
Si bien es cierto que se han limpiado grandes extensiones de selvas para conseguir espacio para la producción de soja; la cantidad de soja que se cosecha para los humanos no es nada en comparación con la soja que se cultiva para la agricultura animal.
Se crían y sacrifican miles de millones de animales cada año y, según la película documental Cowspiracy, hasta el 70 % de la soja cultivada en todo el mundo sirve para alimentar animales en las granjas de producción intensiva. Lo que significa que se cultiva mucha más de la que necesitaríamos si sólo la consumiéramos nosotros. Si lo añadimos a la cantidad de terreno forestal que se limpia a diario para conseguir espacio para pasto animal, la agricultura animal sigue siendo la mayor causa de la deforestación de los bosques y selvas. Si a esto le sumamos las emisiones de metano, la disminución de agua y las emisiones tóxicas relacionadas con la agricultura animal, tenemos la receta para el desastre medioambiental
Si quieres saber más sobre los beneficios medioambientales de llevar una vida vegana, no te pierdas nuestra sección de medio ambiente.