¿Comer pescado es una alternativa más ecológica que comer carne? En este blog analizamos la huella de carbono del pescado.
Los debates sobre el impacto climático de nuestra alimentación suelen enfocarse en las vacas, quienes, de forma involuntaria, son las mayores responsables de las emisiones relacionadas al cambio climático en la agricultura. De todas formas, están lejos de ser las únicas que contribuyen a estos efectos nocivos. Desde hace poco, el impacto de los peces – tanto los criados en cautiverio como los capturados en su ambiente natural– ha comenzado a cobrar protagonismo.
¿Cómo influye la pesca de arrastre en el cambio climático?
El océano es el mayor sumidero de carbono del mundo y absorbe aproximadamente el 31% de las emisiones mundiales de CO2 cada año1. Los manglares, los bosques de algas y las praderas marinas desempeñan un papel en la captura de carbono, pero se están destruyendo para satisfacer la demanda mundial de marisco.
Aunque se trata de problemas graves que deben abordarse, es la pesca de arrastre de fondo la que causa el mayor problema climático. El fondo oceánico, que es un sumidero vital de carbono, está siendo arado una y otra vez por los arrastreros de fondo. Sus redes pesadas abren cicatrices en el fondo marino, liberando el carbono almacenado de nuevo en el océano. Si el océano se satura de CO2 procedente del fondo marino, es menos capaz de absorberlo de la atmósfera.
Un estudio de 2024 calculó que la pesca de arrastre había liberado a la atmósfera entre 8.500 y 9.200 millones de toneladas de CO2 entre 1996 y 2020. Los investigadores también descubrieron que entre el 55% y el 60% del CO2 liberado por los arrastreros llegará a la atmósfera en un plazo de nueve años2. Un estudio de 2021 publicado en Nature calculó el impacto de la pesca de arrastre de fondo en una gigatonelada de carbono al año, más que todas las emisiones de la aviación (prepandémica) juntas3. Pero el daño causado por la pesca de arrastre de fondo no se detiene ahí.
La captura incidental acelera el cambio climático
Las redes que utilizan los navíos de arrastre son descomunales, –algunas son tan grandes que podríamos introducir 10 jets jumbo en su interior – y se llevan consigo a toda criatura lo suficientemente desafortunada para cruzarse en su camino. Esto incluye a ballenas, delfines, tiburones y marsopas, y la muerte de estos animales no es solo una tragedia por sí misma, sino que se trata de un grave problema medioambiental.
Según un informe del Fondo Monetario Internacional de 2019, proteger a las grandes criaturas marinas es, en realidad, más importante para el clima que plantar árboles, ya que los animales acumulan carbono en sus cuerpos a lo largo de sus largas vidas y, cuando mueren, el carbono permanece encerrado en sus cuerpos en el fondo del océano4. Los científicos han denominado «deforestación marina» a prácticas destructivas como la pesca de arrastre de fondo por la magnitud de los daños que causan5.
Si dejáramos de pescar, pondríamos fin a las capturas accesorias, lo que permitiría que el carbono se acumulara en las grandes criaturas, y el fondo marino, con sus reservas de carbono, permanecería intacto.
¿Es la piscicultura mejor para el medio ambiente?
Sería tentador pensar que la piscicultura podría resolver el impacto climático de la industria pesquera, pero no es así porque muchos peces de piscifactoría -sobre todo salmones y truchas- se alimentan de peces capturados en estado salvaje. El salmón de piscifactoría, por ejemplo, tiene una huella de carbono mayor que el pollo o el pavo y genera más de 4 kg de emisiones de carbono por kilogramo de salmón6.
Aproximadamente la mitad del pescado que se consume hoy en día procede de piscifactorías y éstas distan mucho de ser respetuosas con el medio ambiente. Como todos los animales criados en piscifactorías, los peces viven hacinados en condiciones miserables y son alimentados con una serie de medicamentos para intentar controlar los virus, bacterias y parásitos que los infectan. Estos fármacos son tóxicos y provocan una grave contaminación en la naturaleza7. Un informe reveló que la contaminación de uno de estos pesticidas tóxicos en los lagos escoceses había aumentado un 72% en un año8.
Las piscifactorías de camarones también causan problemas al medio ambiente. La producción ha aumentado un 1.000% en los últimos 30 años y es un factor clave en la pérdida de manglares9, 10. Los manglares son un tipo de bosque tropical rico en biodiversidad e importante para mitigar el cambio climático. En los últimos 40 años se ha perdido una cuarta parte de los manglares11.
Cuando el investigador de la Universidad de Oxford, Joseph Poore, emprendió el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre el impacto medioambiental de distintos alimentos, le sorprendió el impacto de la piscicultura de agua dulce, que suministra dos tercios de ese pescado al mercado asiático y el 96% al europeo12.
Poore declaró a The Guardian: «Todos estos peces depositan excrementos y alimento no consumido en el fondo del estanque, donde apenas hay oxígeno, lo que lo convierte en el entorno perfecto para la producción de metano». El metano es un potente gas de efecto invernadero comúnmente asociado a los eructos de las vacas, pero también es un problema en la industria pesquera.
¿Es sostenible la industria pesquera?
Sacar a un gran número de animales de su hábitat provoca daños importantes en los ecosistemas. Provoca el colapso de poblaciones enteras, lo que provoca el colapso de las especies que dependen de ellos para alimentarse y el auge de las especies que son presa suya. De este modo, todo el sistema ecológico se desestabiliza.
Si a esto añadimos la destrucción de los fondos oceánicos, los montes submarinos y los arrecifes de coral por los arrastreros y la contaminación por plásticos procedente en gran parte de la industria pesquera13,14, empezamos a ver la inmensidad de los daños causados por nuestro consumo excesivo de pescado.
La renombrada bióloga marina Dra. Sylvia Earle afirma: «He buscado durante mucho tiempo, seriamente, un ejemplo en el que la extracción a gran escala de vida salvaje sea sostenible. Simplemente no existe».
El impacto climático del pescado de piscifactoría es mucho mayor que el de alimentos vegetales como el tofu, los frutos secos y las legumbres. Para proteger nuestro planeta, sus habitantes y nuestro futuro, deberíamos optar por las plantas.
Para más información sobre alternativas vegetales al pescado, consulta nuestra campaña Come Sin Peces.
Referencias:
- Gruber, Nicolas, et al. “The Oceanic Sink for Anthropogenic CO2 from 1994 to 2007.” Science, vol. 363, no. 6432, 14 Mar. 2019, pp. 1193–1199, www.science.org/doi/10.1126/science.aau5153, https://doi.org/10.1126/science.aau5153. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- Atwood, Trisha B, et al. “Atmospheric CO2 Emissions and Ocean Acidification from Bottom-Trawling.” Frontiers in Marine Science, vol. 10, 18 Jan. 2024, www.frontiersin.org/articles/10.3389/fmars.2023.1125137/, https://doi.org/10.3389/fmars.2023.1125137. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- Sala, Enric, et al. “Protecting the Global Ocean for Biodiversity, Food and Climate.” Nature, vol. 592, no. 592, 17 Mar. 2021, pp. 397–402, www.nature.com/articles/s41586-021-03371-z , https://doi.org/10.1038/s41586-021-03371-z. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- Chami, Ralph, et al. “Nature’s Solution to Climate Change.” International Monetary Fund, Dec. 2019, www.imf.org/Publications/fandd/issues/2019/12/natures-solution-to-climate-change-chami. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- McVeigh, Karen. “Carbon Released by Bottom Trawling “Too Big to Ignore”, Says Study.” The Guardian, 18 Jan. 2024, www.theguardian.com/environment/2024/jan/18/carbon-released-by-bottom-trawling-too-big-to-ignore-says-study. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- Environmental Working Group. “Meat Eater’s Guide to Health and Climate.” EWG, 2011, static.ewg.org/reports/2011/meateaters/pdf/ewg_meat_eaters_guide_to_health_and_climate_2011.pdf. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- Wild Fish. “Responsibly Farmed? Investigating the Certification of Scottish Farmed Salmon.” Wild Fish, Sept. 2023, https://wildfish.org/wp-content/uploads/2023/09/Responsibly-Farmed-Investigating-the-certification-of-Scottish-farmed-salmon.pdf. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- Edwards, Rob. “Fury as Fish Farm Pesticide Pollution Rises 72% in a Year.” The Ferret, 7 Oct. 2020, theferret.scot/fish-farm-pesticide-pollution-rise-2019/. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- Food and Agriculture Organization. “FAO Fisheries & Aquaculture.” FAO, www.fao.org/fishery/en/fishstat. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- Environmental Justice Foundation. “Farming the Sea, Costing the Earth: Why We Must Green the Blue Revolution.” EJF, 2004, https://ejfoundation.org/resources/downloads/Farming-Sea-Costing-Earth-ok.pdf. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- UN Environmental Programme. “5 Facts about Mangroves and Why We Must Protect Them.” UNEP-WCMC, 26 July 2020, www.unep-wcmc.org/news/5-facts-about-mangroves-and-why-we-must-protect-them.
- Carrington, Damian. “Avoiding Meat and Dairy Is “Single Biggest Way” to Reduce Your Impact on Earth.” The Guardian, 20 Nov. 2018, www.theguardian.com/environment/2018/may/31/avoiding-meat-and-dairy-is-single-biggest-way-to-reduce-your-impact-on-earth. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- WWF. “Stop Ghost Gear: The Most Deadly Form of Marine Plastic Debris.” 2020, https://files.worldwildlife.org/wwfcmsprod/files/Publication/file/3c1g4qur2t_ADVOCACY_REPORT_singles.pdf?_ga=2.216641302.1449930867.1665414123-384548275.1665414122. Revisado el 28 de mayo de 2024.
- Greenpeace. “Ghost Gear: The Abandoned Fishing Nets Haunting Our Oceans.” Greenpeace, 2019, www.greenpeace.org/static/planet4-international-stateless/2019/11/8f290a4f-ghostgearfishingreport2019_greenpeace.pdf. Revisado el 28 de mayo de 2024.