250 g de dátiles, picados pequeñitos o con un procesador de alimentos/batidora
100 g de chocolate vegano, en trozos
60 g de margarina vegana
3 cucharadas de néctar de agave/sirope de arce
1 cucharada colmada de coco deshidratado
Me encantan las barritas de avena de calidad. En general, parece que hay dos corrientes de pensamiento de cómo describir el flapjack perfecto; bien crujiente, o más bien pegajoso. Yo me decanto sin duda por la última, ¡y así lo demuestro!
Método
Calienta el horno a 180ºC, y rocía una bandeja rectangular de tamaño mediano con aceite.
Echa la margarina vegana y el sirope en una cazuela, y caliéntalos poco a poco hasta que se derritan y mezclen.
Añade los dátiles y el coco, y mézclalo todo bien antes de apagar el fuego.
Añade la avena y revuelve bien para que toda la mezcla esté repartida por igual.
Añade el chocolate (y los trocitos y polvo que quedan al partirlo).
Añádelo a la mezcla, no te preocupes si se derrite, de hecho, ayudará a que todo quede ligado.
Viértalo sobre la bandeja, y, con una cuchara, presiona y aplácalo tanto como puedas.
Hornéalo unos 20-25 minutos, depende de la consistencia que prefieras ((cuanto más lo hornees, más crujiente quedará).
Sácalo del horno y deja que se enfríe a temperatura ambiente.
Guárdalo en el frigorífico al menos una hora para que adquiera una consistencia firme antes de cortarlo.
Córtalo en 12 barritas. ¡Listo!
Notas
El tamaño de mi bandeja es de 18×23 cm, pero todas las bandejas varían. Puede que tengas que ajustar el tiempo de horno si el tamaño es muy diferente; en las bandejas más pequeñas quedan barritas más gruesas que suelen necesitar más tiempo.
Si quieres, puedes sacarlo unos 15 minutos antes y darle la vuelta sobre papel antiadherente, para hornearlo también por la otra parte y que quede más igualado. No es necesario, pero si lo haces, ten cuidado, porque se desmiga un poco.
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