Hacer tu propio hummus es súper fácil. Además, es mucho más barato y sabroso que cualquiera precocinado. Hasta te preguntarás para qué te has molestado en comprarlo. Cuando hayas dominado la receta básica, puedes probar montones de combinaciones salvajes.
Hacer tu propio hummus es súper fácil. Además, es mucho más barato y sabroso que cualquiera precocinado. Hasta te preguntarás para qué te has molestado en comprarlo. Cuando hayas dominado la receta básica, puedes probar montones de combinaciones salvajes.
Gracias a Victoria Harley por la imagen: split-pin.co.uk
Consejos con el ajo: A mucha gente le desagrada el sabor del ajo crudo. Si es tu caso, aquí tienes un truco. Pon los ajos (con piel) en agua y déjalos hervir. Cuécelos a fuego lento unos 20 min. Deja que se enfríen, y pélalos; añádelos luego al procesador. Si te gusta el sabor, pero te parece muy fuerte; sólo tienes que dejar enfriar el hummus en el frigorífico, ya que suaviza los sabores.
Variaciones: Ahora que ya tienes el hummus básico, es hora de divertirte experimentando con sabores. Puedes añadir aceitunas, ajo asado, chiles, jalapeños, albahaca, alcachofas, hierbas y especias, etc. Añádelas siempre después de haber probado el sabor. Mis dos obsesiones ahora son con tomates secos (que van bien con cualquiera de las sugerencias), hago una versión con tomates secos y el colorante humo líquido (una cucharadita o dos del de mezquite, con 4 o 5 tomates); y tomates secos con alcaparras (más o menos el mismo número de tomates con una cucharada o dos de alcaparras, ¡me encantan!). Poder preparar tus propias combinaciones es lo mejor de hacer tu propio hummus. Sírvelo con verduritas crujientes, nachos y otras salsas, como el guacamole.
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