Dejar en remojo el coco con la mitad del agua por media hora.
Colocar en la licuadora y licuar por 1 minuto. Agregar el resto del agua y licuar por otro minuto.
Filtrar con bolsa de tela y colocar en una cacerolita. Reservar.
Por otro lado, mezclar una cucharada de aceite de oliva con una pizca de cúrcuma y pimentón y aceitar un molde -compotera, taza o envase plástico- con la mezcla, para darle el detalle de que la provoleta siempre es más oscura en el exterior.
Agregar a la cacerolita con leche de coco, el kéfir, el aceite, la fécula, el agar-agar y la goma xantana. Batir enérgicamente con batidor manual hasta integrar. Sumar el resto de los condimentos y volver a integrar.
Llevar a fuego máximo, mezclando con cuchara de madera. Una vez que la mezcla hierva, bajar el fuego y cocinar durante 6 a 10 minutos aproximadamente.
Volcar la preparación en la compotera o recipiente aceitado y dejar enfriar unos 10 minutos a temperatura ambiente. Tapar con film y llevar a la heladera. Refrigerar durante al menos 3 horas.
Calentar la provoletera con un chorrito de aceite de oliva. Desmoldar la provoleta en la sartén y decorar con ají molido y orégano. Rociar nuevamente con oliva y calentar hasta que funda -puede colocarse una tapa para acelerar la cocción-.
Disfrutar!
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